Al inicio de la Segunda Guerra Mundial la entonces Princesa Isabel de tan sólo 18 años decidió pausar su formación como futura monarca en su hogar para entrar al Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres donde se formó como conductora y también como mecánica.

Cinco meses después de comenzar su servicio fue promovida a comandante junior (capitán) honoraria. Una vez que se unió, la Princesa pasó un examen de manejo militar, aprendió a leer mapas, a conducir todo tipo de vehículos, como camiones y ambulancias, hasta cambiar llantas y solucionar problemas mecánicos.

Pudo ser enfermera, pero en parte su personalidad es ser intrépida, y la mecánica se rumora que es una de las actividades que le gusta mucho y lo hacía muy bien, afirma la experta en realeza Eugenia Garavani.

La Reina Isabel se convertiría ocho años después en la comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Reino Unido, al ser coronada en la abadía de Westminster el 2 de junio de 1953. Para entonces ya estaba casada y tenía dos niños.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la princesa Isabel y su hermana tuvieron la oportunidad de salir a las calles a festejar junto con la gente la victoria de los aliados sobre los nazis.

Les preguntamos a nuestros padres si podíamos salir y ver por nuestra cuenta. Recuerdo que estábamos aterrorizadas de que fuéramos reconocidas; recuerdo las filas de personas desconocidas uniendo sus brazos y caminando por Whitehall, todos fuimos simplemente invadidos por una marea de felicidad y alivio, confesó en una entrevista la Reina Isabel.

El protocolo dicta que normalmente la reina es llevada por chóferes a sus compromisos, pero cuando no estaba en público, a la Reina Isabel le gustaba estar en el lugar del conductor. Se cree que fue ella quien enseñó a sus hijos a conducir, particularmente en las zonas rurales de Balmoral, su lugar favorito para conducir. Fan de las Land Rover y Range Rovers, era capaz de manejar en el campo, lo cual es ideal para los picnics de verano y las fiestas de caza. Otras marcas de autos que le gustan son Bentley y Jaguar y se dice que toda su colección está valuada en más de 10 millones de libras, afirma el portal Quién.