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Periodista especializada en decoración

Elegir el color perfecto para las paredes de tu casa es la manera perfecta para empezar a decorarla. Y si aún no sabes qué tono le va mejor a cada estancia, el blanco es una opción infalible con la que nunca te vas a equivocar. Resulta luminoso en espacios reducidos y muy adecuado si buscas una decoración en tonos neutros.

El blanco no es la única opción para las paredes de tu casa. Un tono medio de gris resulta de lo más elegante en cualquier estancia, ya se trate del salón o del dormitorio. Es un color sobrio, con una personalidad arrolladora, que triunfará seguro. Como es una tonalidad fría, favorece el descanso por lo que es adecuada para zonas de relax. 

Para lograr espacios dinámicos y que despierten interés es importante crear contrastes marcados. Como el que consigues si pintas una pared del salón con un color mucho más oscuro que el resto. Esto es lo que han hecho en el ambiente de la foto, en el que el azul petroleo intenso se convierte en el centro de todas las miradas.

Con diseño floral en una tonalidad azul sobre fondo blanco, este papel pintado es perfecto para decorar la pared del cabecero en un dormitorio de aire romántico. Es un recurso que no falla en cualquier ambiente y, además, la diversidad de diseños, estilos y estampados es infinita.

¿Quién dijo que el papel pintado no se puede instalar en un baño? Basta con elegir el material adecuado: un papel vinílico capaz de resistir la humedad. Es una manera genial de cambiar por completo el espacio. Puedes instalarlo, incluso, sobre una pared de azulejos. Solo tendrás que tapar las juntas previamente con pasta alisadora. En la foto, un baño decorado con un papel de estilo tropical.

Tanto si se trata de parquet recién instalado o de tarima recuperada, los suelos de madera tienen vida propia. Además de decorativos hasta el infinito, son cálidos y muy confortables. Elegirlos es un acierto para la decoración de tu casa. En la imagen una tarima en espiga.

Si buscas un material resistente para no tener que estar pendiente de si los suelos de tu casa se estropean o no, elige un pavimento laminado: es capaz de soportar hasta las condiciones de uso más adversas, desde el trasiego de los niños correteando hasta el deambular constante de tu mascota, con todo lo que ello implica. 

No hay un elemento igual a la hora de multiplicar la luz y el espacio en un salón: utiliza el poder de los espejos y lograrás que tu casa pequeña parezca mucho más grande. Además, existe un sinfín de modelos diferentes e interesantes entre los que elegir tus favoritos: modernos, clásicos con molduras doradas, de estilo boho, etc.

Si los espejos son una idea formidable a la hora de decorar las paredes, los que están enmarcados por molduras doradas son un acierto seguro. Clásicos, con diferentes formas y tamaños, más o menos barrocos... Combínalos con muebles y complementos de otros estilos y el resultado te convencerá.

Un salón espacioso se merece una alfombra de gran tamaño, capaz de delimitar la zona de estar. Será un complemento muy interesante para aumentar el confort, proteger el suelo, hacer más cálido el espacio y añadir una nota decorativa al salón. Un consejo: toma medidas y elige un modelo adecuado. Es mejor que sobre, que no que falte.

Las alfombras étnicas están de plena actualidad, ya sean bereberes, indias o de otros remotos lugares. Y, entre ellas, destacan los kilims capaces de aportar colorido y calidez a cualquier ambiente. En la foto, un modelo en tonos marrones, ocres y rosados.

Aquí tienes una idea muy especial para decorar una pared de tu casa, ya sea la del recibidor, una de las del salón o la del dormitorio: crear una galería de fotografías enmarcadas. Las posibilidades son infinitas, desde optar por imágenes en blanco y negro o a todo color, con marcos blancos o de madera, todos iguales o una combinación de modelos diferentes... ¡Da rienda suelta a tu creatividad!

Es clave para acertar con la decoración del salón: cojines y plaids deben escogerse adecuadamente. Tomando como punto de partida la tapicería del sofá, es buena idea combinar dos estampados para los cojines (las rayas son siempre una buena opción para uno de ellos), además de un liso. En cuanto a los colores, apuesta por un neutro de base (puede ser el del sofá) más otros dos. Prescinde de los motivos demasiado llamativos y elige cojines de formas y tamaños distintos: cuadrados, rectangulares, etc. 

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