Comedor La Virgencita cumple 30 años trabajando por el crecimiento integral de las personas

2022-10-15 05:22:25 By : Mr. Jerry Chao

Desde hace 30 años se mantiene vigente la iniciativa solidaria de un grupo de jóvenes que hoy, peinando canas muchos de ellos, continúan una obra que brinda asistencia alimentaria, social, educativa y comunitaria a 800 personas todas las semanas.

El Comedor "La Virgencita" surgió por la visión de un grupo de amigos a comienzos de la década de los 90. Apenas habían terminado un retiro espiritual del Movimiento Círculos de Juventud conocido como "Eslabón", José 'Urco' Delgado le propuso a un grupo de amigos empezar a brindar raciones de comida a chicos con carencias alimentarias.

A tres décadas de esa aventura, la asociación civil mantiene un crecimiento paulatino en base a múltiples proyectos que se encuadran dentro de un programa acciones como apoyo escolar, acompañamiento en el tratamiento de adicciones, la cooperativa de trabajo, apoyo de acciones de ciudadanía para acompañar las gestiones de acceso a planes, así como también el acceso a la salud.

"Todo comenzó en casa de 'Urco' donde se preparaban las raciones alimentarias que estaban destinadas a un grupo de 6 o 7 niños que concurrían a Catequesis en la Iglesia San José Obrero", recordó Silvino Buraschi, quien en ese momento formaba parte de un grupo de adultos que comenzó financiando esta aventura que luego se extendió por 30 años hasta llegar a un presente que encuentra al Comedor La Virgencita totalmente consolidado y con objetivos varias veces superadores a la necesidad alimentaria.

Con el paso del tiempo el grupo se fue extendiendo hasta colmar la capacidad del lugar y ahí fue entonces que se decidió alquilar un inmueble ubicado en la intersección de avenida Juan de Garay y Perú.

"Cuando decidimos mudarnos a esa casa por una necesidad de espacio el grupo aún no tenía nombre", explicó Evaristo Giordano, que desde hace más de 20 años preside la comisión directiva de la institución.

A tres décadas de una obra transformadora. (Fotos: Marcelo Suppo | LVSJ)

Transcurridos varios años de funcionamiento de este grupo, en un determinado momento surgió la necesidad de ponerle un nombre.

En ese caso, según contó Alberto Carballo, "un día llega al grupo una persona que tenía una santería que la estaba cerrando y nos dijo que nos iba a traer una imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Los que iban al lugar la veían apenas entraban y muchos decían 'mirá la virgencita'".

Precisamente, cuando surgió la necesidad de ponerle un nombre al comedor los mismos chicos dijeron 'La Virgencita' y ahí quedó para siempre.

Con el crecimiento paulatino del comedor surgieron también las primeras necesidades para financiar la compra o conseguir los alimentos para la elaboración de las raciones de comida.

"Al principio hablamos a comerciantes, verdulerías o proveedurías que nos ayudaban con alimentos y donaciones", indicaron los integrantes de la comisión directiva quienes luego señalaron que "de inmediato comenzamos a trabajar para conseguir socios y contar con una despensa con alimentos suficientes para garantizar alimentos de manera constante y una vez que lo conseguimos no paramos más".

Giordano reconoció que las donaciones de alimentos "eran un aporte muy importante" para poder elaborar las raciones, aunque también eran conscientes de que eso "no estaba garantizado" ya que "las donaciones podían dejar de venir y nosotros teníamos que seguir asistiendo a estas personas que demandaban la ayuda".

En la época en la cual Hugo Madonna ejercía la Intendencia de San Francisco, el titular del Ejecutivo municipal cedió en comodato cuatro lotes ubicados en Lamadrid 822 donde actualmente se encuentra la sede del Comedor 'La Virgencita' además de las aulas donde se llevan a cabo diversas actividades.

A 30 años de esa primera aventura de un grupo de jóvenes, en este momento el espacio funciona con el apoyo de la cooperativa encargada de la tarea de recogido y reciclado de cartón y el apoyo de Cáritas a través de programas y acciones que esta entidad nacional realizó con 'La Virgencita' de la misma manera como lo hizo con otras instituciones como Hogar de Cristo y Emaús, entre otros.

La cooperativa de trabajo para quienes se ganan la vida juntando cartón funciona a toda marcha. Acaba de adquirir una nueva máquina compactadora de papel y cartón que le permitirá vender más de 12 mil kilos por día, cuadruplicando la cantidad actual.

Actualmente, la comisión directiva del Comedor La Virgencita está integrada por las siguientes personas: Evaristo Giordano, Silvino Buraschi, Adalberto Allasino, Norberto Rolando, Carlos Ginelli, Alberto Carballo, Emilio Amé, Fernando Giuggia, Marcelo Suppo y Darío Lavezzini.

Por semana, en este espacio solidario pasan unas 800 personas, a diario se brindan unos 25 desayunos y almuerzos mientras que una cantidad mayor comparten la merienda luego de hacer su tarea de apoyo escolar, totalizando un promedio de 120 raciones de comida por día.

Luego, Alberto Carballo puso énfasis en señalar la importancia que representa el sistema de becas que "es tan importante para poder asistir a 22 jóvenes que están cursando carreras terciarias y universitarias".

"En este tiempo el espacio logró que cinco jóvenes se reciban al culminar sus estudios universitarios, lo que nos pone muy contentos", agregó.

Emilio Amé señaló que "en el aspecto educativo se destaca también el apoyo escolar que reciben los niños todos los días, tanto para los que cursan sus estudios primarios y secundarios. Esa es una tarea a cargo de voluntarios o bien los 22 becados que cursan estudios terciarios y universitarios como contraprestación de la ayuda que reciben para poder realizar su carrera".

"También tenemos tarea de alfabetización de adultos dirigida a 11 personas con edades que oscilan entre 30 y 68 años -siguió-. En su momento implementamos las becas familiares que eran una ayuda que se brindaba para que las familias compren los útiles escolares".

Integrantes de la comisión directiva de La Virgencita.

Si bien transcurrieron tres décadas de una profunda labor de asistencia y apoyo a los sectores más necesitados, el entusiasmo de las personas que integran la comisión directiva de la institución no cesa y van por más.

De hecho, están trabajando en un programa de asistencia a las embarazadas que trascienda el momento del nacimiento y las acompañe hasta los primeros años de vida del niño.

"En el tiempo hemos logrado varios objetivos. Comenzamos con la alimentación para atender las necesidades más urgentes, luego se sumó la educación para niños, el Hogar de Cristo para acompañar a adolescentes y jóvenes que sufren de adicciones, se sumó la cooperativa y ahora nos embarcamos en asistir a la primera infancia del niño donde una muy buena alimentación asegura un buen desarrollo del bebé", expresó Amé.

Desde hace 30 años se mantiene vigente la iniciativa solidaria de un grupo de jóvenes que hoy, peinando canas muchos de ellos, continúan una obra que brinda asistencia alimentaria, social, educativa y comunitaria a 800 personas todas las semanas.

El Comedor "La Virgencita" surgió por la visión de un grupo de amigos a comienzos de la década de los 90. Apenas habían terminado un retiro espiritual del Movimiento Círculos de Juventud conocido como "Eslabón", José 'Urco' Delgado le propuso a un grupo de amigos empezar a brindar raciones de comida a chicos con carencias alimentarias.

A tres décadas de esa aventura, la asociación civil mantiene un crecimiento paulatino en base a múltiples proyectos que se encuadran dentro de un programa acciones como apoyo escolar, acompañamiento en el tratamiento de adicciones, la cooperativa de trabajo, apoyo de acciones de ciudadanía para acompañar las gestiones de acceso a planes, así como también el acceso a la salud.

"Todo comenzó en casa de 'Urco' donde se preparaban las raciones alimentarias que estaban destinadas a un grupo de 6 o 7 niños que concurrían a Catequesis en la Iglesia San José Obrero", recordó Silvino Buraschi, quien en ese momento formaba parte de un grupo de adultos que comenzó financiando esta aventura que luego se extendió por 30 años hasta llegar a un presente que encuentra al Comedor La Virgencita totalmente consolidado y con objetivos varias veces superadores a la necesidad alimentaria.

Con el paso del tiempo el grupo se fue extendiendo hasta colmar la capacidad del lugar y ahí fue entonces que se decidió alquilar un inmueble ubicado en la intersección de avenida Juan de Garay y Perú.

"Cuando decidimos mudarnos a esa casa por una necesidad de espacio el grupo aún no tenía nombre", explicó Evaristo Giordano, que desde hace más de 20 años preside la comisión directiva de la institución.

A tres décadas de una obra transformadora. (Fotos: Marcelo Suppo | LVSJ)

Transcurridos varios años de funcionamiento de este grupo, en un determinado momento surgió la necesidad de ponerle un nombre.

En ese caso, según contó Alberto Carballo, "un día llega al grupo una persona que tenía una santería que la estaba cerrando y nos dijo que nos iba a traer una imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Los que iban al lugar la veían apenas entraban y muchos decían 'mirá la virgencita'".

Precisamente, cuando surgió la necesidad de ponerle un nombre al comedor los mismos chicos dijeron 'La Virgencita' y ahí quedó para siempre.

Con el crecimiento paulatino del comedor surgieron también las primeras necesidades para financiar la compra o conseguir los alimentos para la elaboración de las raciones de comida.

"Al principio hablamos a comerciantes, verdulerías o proveedurías que nos ayudaban con alimentos y donaciones", indicaron los integrantes de la comisión directiva quienes luego señalaron que "de inmediato comenzamos a trabajar para conseguir socios y contar con una despensa con alimentos suficientes para garantizar alimentos de manera constante y una vez que lo conseguimos no paramos más".

Giordano reconoció que las donaciones de alimentos "eran un aporte muy importante" para poder elaborar las raciones, aunque también eran conscientes de que eso "no estaba garantizado" ya que "las donaciones podían dejar de venir y nosotros teníamos que seguir asistiendo a estas personas que demandaban la ayuda".

En la época en la cual Hugo Madonna ejercía la Intendencia de San Francisco, el titular del Ejecutivo municipal cedió en comodato cuatro lotes ubicados en Lamadrid 822 donde actualmente se encuentra la sede del Comedor 'La Virgencita' además de las aulas donde se llevan a cabo diversas actividades.

A 30 años de esa primera aventura de un grupo de jóvenes, en este momento el espacio funciona con el apoyo de la cooperativa encargada de la tarea de recogido y reciclado de cartón y el apoyo de Cáritas a través de programas y acciones que esta entidad nacional realizó con 'La Virgencita' de la misma manera como lo hizo con otras instituciones como Hogar de Cristo y Emaús, entre otros.

La cooperativa de trabajo para quienes se ganan la vida juntando cartón funciona a toda marcha. Acaba de adquirir una nueva máquina compactadora de papel y cartón que le permitirá vender más de 12 mil kilos por día, cuadruplicando la cantidad actual.

Actualmente, la comisión directiva del Comedor La Virgencita está integrada por las siguientes personas: Evaristo Giordano, Silvino Buraschi, Adalberto Allasino, Norberto Rolando, Carlos Ginelli, Alberto Carballo, Emilio Amé, Fernando Giuggia, Marcelo Suppo y Darío Lavezzini.

Por semana, en este espacio solidario pasan unas 800 personas, a diario se brindan unos 25 desayunos y almuerzos mientras que una cantidad mayor comparten la merienda luego de hacer su tarea de apoyo escolar, totalizando un promedio de 120 raciones de comida por día.

Luego, Alberto Carballo puso énfasis en señalar la importancia que representa el sistema de becas que "es tan importante para poder asistir a 22 jóvenes que están cursando carreras terciarias y universitarias".

"En este tiempo el espacio logró que cinco jóvenes se reciban al culminar sus estudios universitarios, lo que nos pone muy contentos", agregó.

Emilio Amé señaló que "en el aspecto educativo se destaca también el apoyo escolar que reciben los niños todos los días, tanto para los que cursan sus estudios primarios y secundarios. Esa es una tarea a cargo de voluntarios o bien los 22 becados que cursan estudios terciarios y universitarios como contraprestación de la ayuda que reciben para poder realizar su carrera".

"También tenemos tarea de alfabetización de adultos dirigida a 11 personas con edades que oscilan entre 30 y 68 años -siguió-. En su momento implementamos las becas familiares que eran una ayuda que se brindaba para que las familias compren los útiles escolares".

Integrantes de la comisión directiva de La Virgencita.

Si bien transcurrieron tres décadas de una profunda labor de asistencia y apoyo a los sectores más necesitados, el entusiasmo de las personas que integran la comisión directiva de la institución no cesa y van por más.

De hecho, están trabajando en un programa de asistencia a las embarazadas que trascienda el momento del nacimiento y las acompañe hasta los primeros años de vida del niño.

"En el tiempo hemos logrado varios objetivos. Comenzamos con la alimentación para atender las necesidades más urgentes, luego se sumó la educación para niños, el Hogar de Cristo para acompañar a adolescentes y jóvenes que sufren de adicciones, se sumó la cooperativa y ahora nos embarcamos en asistir a la primera infancia del niño donde una muy buena alimentación asegura un buen desarrollo del bebé", expresó Amé.