Por: Editorial M&E

Antes de que tú también salgas del circuito; Echa un vistazo a estos lugares icónicos de “venganza” que fueron a la vez puntos de encuentro y escenarios importantes para las bandas que llenaban la banda sonora de esta ciudad que una vez se llamó Distrito Federal.

La chavorruquiza ahora puede estar molesta por la música fuerte y los lugares donde no hay sillas para sentarse. Pero, hubo un momento en que llenaban foros y clubes en los que se mantenían despiertos y se iban a la "revancha" muy fuerte. La ciudad no para de transformarse, ahora que abundan los templos del perreo y "la música de hoy ya no es música". La ausencia de estos sitios es evidencia de transformación urbana y provoca episodios de pura nostalgia.

Brisa Vázquez y Danny Yerna operaban este mítico bar, que se ubicaba sobre el también extinto Apache 14. Entre sus habituales se encontraban Saúl Hernández, el Cuarón, “El Chivo” Lubezki, Gustavo Marcovich Rubén Ortiz y los integrantes de La Maldita Vecindad, entre otros. . famosos.

Además de sus legendarios conciertos y copas baratas, fue uno de los lugares que se caracterizó por su variada fauna: desde las más oscuras, hasta las más fresas, caben todas en el Tutti y nunca hubo un cadenero.

Así mismo, era el único lugar de la ciudad donde además de música y chupa, también te podías tatuar y perforar, ¡ah, qué horarios! Hoy sus instalaciones se dividen entre una tienda de autoservicio y una sede de La Iglesia Universal del Reino de Dios, chale.

Conocido por la banda como el "Rocko" es el sitio más famoso de esta lista, fue creado por los hermanos Arau, Sergio y Fernando. Inaugurado un par de días antes del terremoto del 85, tuvo altibajos hasta antes de su cierre en 2004.

Comenzó en la Avenida de Los Insurgentes, donde había largas filas para ver las pandillas que volvían locos a tus padres; Santa Sabina, Caifanes, Fobia, El Barrio Maldito, Víctimas del Dr. Cerebro, El Barrio Maldito, Fobia, Kerigma, Tijuana no! Los Lagartos, Café Tacvba y bandas que si no eres una población en riesgo, seguro que no conoces.

Con el éxito vinieron los problemas de administración y se trasladó a Miramontes, lugar permanente hasta su cierre en 2004, que no le quita la importancia que tenía para el rock mexicano y su estatus de leyenda se mantiene intacta. En el lugar del rock conviven hoy un Oxxo y una mensajería.

Antes de Spotify y YouTube, encontrar la música que te gustaba o conocer nuevas propuestas no era tarea fácil. Para empezar había que salir de su casa, y no cualquier tienda de discos satisfacía las necesidades de la chaviza. Por eso tiendas como Hip 70 y Super Sound eran imprescindibles para los amantes de la música.

El primero tenía tres sucursales: en el Centro Minimax Pista Hielo (San Jerónimo), en la Zona Rosa y en Satellite. En ellos encontrabas discos, pins, camisetas y los fines de semana podías escuchar a Javier Bátiz o Maná, cuando aún eran Sombrero Verde, Maldita Vecindad, Caifanes y El Tri. Si caminas por la Avenida Insurgentes, donde estuvo su primera sede, te encontrarás con el centro comercial Plaza Inn.

Super Sound estaba en Polanco, también vendía parafernalia musical, pero ciertamente llevó las cosas al siguiente nivel; fue pionera en organizar viajes a festivales internacionales, pues en ese momento nadie imaginaba que habría festivales de música como los que tenemos hoy, así, sus clientes pudieron ver Pink Floyd, ZZ Top y REM, entre otros, ahora allí. son oficinas donde solía estar la tienda.

Su última risa fue en 1992, este foro legendario se distinguió de otros porque era vital para el arte emergente y la contracultura chilanga, allí se presentaban performances, conciertos y también se proyectaba cine alternativo y de autor.

Personajes como: Juan José Gurrola, Betsy Pecanins, David Hevia e incluso La Maldita Vecindad desfilaron por La Cumbancha, también hubo un lugar para la danza contemporánea y participaron en la organización del festival ROLA, abuelo de Vive Latino. Por presiones de vecinos y autoridades, terminaron cerrando, pero parte de su identidad quedó en la siguiente propuesta: el Teatro Asphalt.

Hoy todos los caminos conducen a La Roma, cuya oferta gastronómica y cultural se ha diversificado - y aburguesado - a lo largo de los años.

Sin embargo, antes de que la colonia fuera un punto de encuentro obligado para los hipsters, existían lugares más rudos, como La iguana. Un club que se ubicaba dentro de una casa de tres pisos, los cuales estaban divididos en áreas para proyección de películas, performance y, por supuesto, para que tocaran bandas como Los Ezquizitos.

Incluso hicieron de su versión de Lollapalooza: Bestia Pa 'perdedores "el evento más alternativo desde la conquista". Actualmente la casa alberga el Centro Cultural de la Diversidad, donde incluso existe la posibilidad de eventos BDSM.

Su primer ramal fue en Sullivan, el segundo cerca del metro Mixcoac, donde ahora solo queda el recuerdo y la mega Soriana, que en esos días todavía era Comercial Mexicana. Cerró sus puertas definitivamente hace tres años, pero antes, el reguetón se escuchaba todo el tiempo y poco quedaba del rock y el espíritu alternativo que lo caracterizaba.

Cualquiera que se sintiera cool tenía que ser un asiduo del lugar ... aunque la cobertura fuera de 600 varitas, el esplendor - y la prohibición - de la barra libre tenía un pasaje subterráneo y, obviamente, una zona VIP. Además de ser un punto de encuentro para la banda chilanga, ayudó a que bandas como Molotov, Fobia, Los amigos invisibles y Café Tacvba despegaran. Como los lugares que ya hemos mencionado, sucumbió junto con el rock, y bueno, ¿600 varos de cobertura? Con eso, mejor compramos chelas, hacemos el pequeño refrigerio y vemos Netflix tranquilamente en casa.

Hot Chip, Molotov y más, inaugurarán el nuevo spot favorito de los Chilangos

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